Muchas
tardes
en
la destartalada calle de mi casa
una
muchacha dulce
me
preguntaba el nombre
de
las flores que, en manojo,
apretaba
entre sus manitas.
Hace
tiempo que no me la encuentro.
He
preguntado por ella
y
nadie la conoce.
Pero
yo me sabía los nombres
de
sus flores y la recuerdo dulce,
pequeña,
rubia,
como
un amanecer apasionante
del
verano.
JOSÉ ANTONIO LABORDETA
(Poeta
nacido en Zaragoza)
*Fotografía: Ranón (Asturias)
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