Tengo
de ir a Covadonga
y
subir hasta la cueva,
para
adorar a la Virgen
que
todo Asturias Venera.
¡Covadonga,
Virgen Santa!
Con
tú nombre pronunciar
siente
uno tal esperanza,
que
todo puede alcanzar.
Tú
fuiste símbolo y gloria
en
las batallas de Pelayo,
desde
entonces la historia
te
hizo un recuerdo sagrado.
Tú
brillaste esplendorosa,
entre
la tropa cristiana
que
causó la gran derrota
al
poder del moro Al-Kamah.
Fuiste
consuelo en los montes
contra
la barbarie moruna
y
eres guía de los emigrantes
cuál
no lo ha de ser ninguna.
Que
al abandonar tu tierra
te
llevan en el corazón
y
en Europa o en América,
Que
de Castropol a Llanes
y
de Somiedo hasta Avilés
hay
tuyos tantos altares,
como
laten corazones.
Y
tanto por lo pequeñina,
lo
mismo que por Galana,
te
adoran en la Argentina
como
te adoran en España.
¡Covadonga,
Virgen querida!
Por
todos los asturianos,
yo
se que de noche y día
debes
del cielo mirarnos.
Tú
que reinas entre flores
en
las cumbres del Auseba,
haz
que florezcan amores
y
que no exista la guerra.
Cobíjanos
bajo Tu manto
estando
lejos de tu tierra
aunque
recordándote tanto
como
a la madre nuestra.
Por
eso con Santa Unción
desde
esta patria querida
yo
te pido a Ti protección
para
España y la Argentina.
+Avelino
Lorences
Si mi Padre pudiera verlo desde donde esté dormido ¡Qué gusto se iba a llevar Marga! Estos poemas salían a la luz cuando yo los recitaba en el Centro Asturiano, sino le hubieran quedado abajo de la cama como digo yo a los poetas. ¡Te agradezco tanto tu delicadeza de subirlo a tu blog y tan bien adornado! Dios te recompense largamente. Gracias.
ResponderEliminarQué emoción Elsa leer el poema de tu padre.Un bello homenaje para él,de él seguramente heredaste el don de hacer versos.Un abrazo fuerte!(Elsa Tébere)
ResponderEliminarPoema de mí padrino
ResponderEliminar