Antes
de la catedral de Compostela existía la que hoy se llama Catedral
Vieja, que es una iglesia subterránea formada por cuatro naves
longitudinales. Fue construida bajo la dirección del maestro Mateo.
El
propio maestro Mateo no pudo resistir la tentación de esculpirse a
sí mismo, en la figura arrodillada que los gallegos llaman “Santo
dos Croques”. Los visitantes cumplen con el ritual de golpear con
sus cabezas la frente del maestro Mateo, ya que la tradición dice
que golpeando sobre ella se adquiere algo de la sabiduría del
arquitecto. Especialmente realizan este ritual los estudiantes, antes de dar un examen importante.
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