Cuenta
la leyenda que se eligió una osa como emblema en homenaje a un oso
pardo que el rey Alfonso XI cazó en uno de los montes
cercanos a la capital. En aquel entonces, era frecuente que estos
animales vagaran por las inmediaciones de la ciudad.
La osa estaba al
principio unido a una torre, que sería sustituída posteriormente
por un madroño. Estos árboles eran habituales en las afueras
de la ciudad durante toda la época medieval.
Los frutos del madroño |
No obstante, el origen
de este símbolo se remonta a un hecho concreto ocurrido en el siglo
XIII. En aquel entonces se produjo una disputa entre la Villa y
el cabildo de la clerecía de Madrid sobre la propiedad de
ciertos terrenos
que ambos reclamaban. Finalmente, se consiguió llegar a un acuerdo
por el que la Villa se quedaba con los territorios arbolados y el
cabildo con los sitios de pasto. Por ello, se decidió incluir este
árbol en el emblema de al ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario